Esta iniciativa surge a partir de la cátedra de Antropología de la Religión impartida en la Universidad de El Salvador. Nace con una preguntas: ¿Qué es la religión y cómo es observada desde las diferentes culturas? Para responder a esta gran pregunta expondremos los múltiples enfoques que existen desde la antropología, los cuales pretenden entender los modos de conocer, explicar e intervenir esta parte del todo social humano.

lunes, 18 de junio de 2012

Reseña: Antropología y Maternidad, una invitación.


Comenzar a escribir sobre un tema nuevo, trae retos literarios. Los oficios de la maternidad una mirada desde la antropología médica¸ es uno de esos temas. El artículo pertenece a la revista de Antropología Social “Desacatos”. Que a pesar de ser un artículo relativamente pequeño, está concentrado de datos y nuevas ideas para el contexto salvadoreño que no me había preguntado antes. Soledad González Montes perteneciente al Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer de El Colegio de México, realiza una lectura del libro “Entender y atender la enfermedad. Los saberes maternos frente a los padecimientos infantiles.” De Rosa Osorio Carranza y producido por INI, CIESAS, Conaculta-INAH; algunos de los centros de estudios antropológicos más importantes en México. En el entendido que es una interpretación de otra interpretación, continuaré con los diálogos académicos en una interpretación de interpretaciones, a la luz del contexto actual de El Salvador a principios de S. XXI
El tema del instinto materno, pareciera menos denso de lo que parece, sin embargo querer deconstruir el instinto materno es tarea de toda la vida ¿Cuándo acaba el instinto materno? Como hipótesis podría decir que muere con la mujer y nace con otra. Y no pertenece al mundo de lo biológico, aunque pareciera, sino a una construcción sociocultural que involucra relaciones de género, donde la mujer es la protectora de sus hijos. En ese sentido, Osorio Carranza (2001) se propone desnaturalizar el papel de las madres como guardianas de la salud infantil, perteneciente a relaciones de género implicadas en la división sexual del trabajo. Para eso, la autora emprende una interesante estrategia metodológica en el municipio de Huixquilucan, Estado de México. Donde las mujeres adquieren una responsabilidad vital que no ha sido reconocida anteriormente, esto es, detectar los primeros signos de alarma, diagnóstica, cuida, identifica la gravedad de cada caso y canaliza al enfermo aplicando los tratamientos, cuidado la alimentación y la toma de medicamentos. En otras palabras, el cuido de la vida de los menores. Empero, pese a que la responsabilidad no es formalmente reconocida, no es un fenómeno desconocido para las ciencias sociales, con algunos estudios reconocidos en México durante la década de 1990.
En relación a lo anterior ¿Qué propone de nuevo la autora? En primer lugar amplia la investigación del tema, en segundo lugar, el enfoque metodológico.  La autora se pregunta ¿Qué factores y cómo influyen en la toma de decisiones con respecto a qué hacer frente a la enfermedad de un hijo? Osorio (2001) implementa una estrategia metodológica donde da seguimiento a un grupo de mujeres, lo que denominó “la carrera del enfermo” estrategia que le permitió recopilar altos niveles de información completa y sistemática, en un vaivén entre la perspectiva emic-etic, donde con base a la primera interpreta las percepciones de las mujeres madres frente a diferentes tipo de enfermedad, cómo y por qué lo hacen, es decir, criterios, diagnóstico y pronóstico. A esto se refiere la autora cuando habla de “la carrera del enfermo” porque cada niño o niña enferma implica un aprendizaje con base a la observación, la prueba y el error, esto no quiere decir que los niños y las niñas necesariamente mueren, sino que tienen un nivel de flexibilidad y rapidez para implementar un nuevo diagnóstico que las permite llegar a una solución, a través de un modelo médico, que de acuerdo con la autora, es manejado por las madres. Esto quiere decir, un manejo integral de la enfermedad vinculado a la calidad de vida del niño y la niña enferma.
La lectura de estos hallazgos es para Soledad González (2003) la existencia de una cultura médica popular compleja fundamentada en las mujeres. Pero, ¿Qué implicaciones tiene esta medicina popular de las mujeres? En primer lugar, un choque contra la medicina occidental, donde los médicos desvalorizan el trabajo de las mujeres, por creerlas ignorantes, aunque según la autora su principal molestia es el hecho que las mujeres tengan un criterio propio (2001). En segundo, la autora se refiere al lugar que la mujer ocupa en la jerarquía de autoridad dentro de la familia, es decir, quién o quienes toman las decisiones. Siendo el municipio de estudio un lugar más bien urbano, la autora hace el contraste entre un municipio indígena rural donde la pareja reside en familia numerosas y la mujer no tiene decisión en la salud infantil, y en la zona urbana, de carácter neolocal, las mujeres deciden directamente en la salud de los y las niñas, aunque “señala que están subordinadas a maridos que con frecuencia las maltratan” (2003)
En relación a lo anterior, Soledad González (2003) concluye cómo hay maneras diversas de vivir las relaciones de género y la función materna, según la situación de clase, étnica y cultural. Lo que abre otras formas de acercarse a entender los roles de las mujeres y el grado de autonomía o subordinación en el que viven y cómo esto varía a lo largo de su vida, y se modifica sus posibilidades de intervención en la salud materno-infantil.
En el caso de El Salvador, este artículo me inundó de una cantidad de preguntas investigativas en cuanto a la maternidad relacionada con la salud materno infantil. Partiendo de la base, que el incipiente desarrollo de la antropología en el país crea un desconocimiento grande en las poblaciones que habitan dentro del mismo; por tanto hay muy pocas investigaciones que partan de lo emic, mucho menos que establezcan un diálogo con lo etic. Donde en muchos casos nos podemos dejar guiar por concepciones puramente occidentales y etnocentricas, como pensar que los médicos occidentales son una ciencia verdadera y última en el cuido de la salud. Teniendo en cuenta que la identidad y como producto la cultura se van formando en el entrelazamiento entre lo tradicional y lo moderno ¿Cuándo se conoce del papel de la madre en el cuido de sus hijos e hijas? ¿Qué pesa más entre lo tradicional y lo moderno? ¿Cómo se entrelazan? ¿Y por qué?
Por otro lado, revalorizar la posición de las mujeres dentro de la esfera doméstica, esto vendría estar ligado a estar mayormente consciente de las categorías androcéntricas que a niveles preconscientes pueden afectar el rumbo de las investigaciones. Estudios como el descrito anteriormente nos ayudan a repensar, reflexionar y dar mejor cuenta de las relaciones de poder que se sostienen a nivel doméstico. En relación a todo lo anterior, ¿Qué está pasando en EL Salvador en los diferentes contextos socioculturales en relación a este tema? No lo sé. En ese sentido, esta reseña pretende ser una invitación al trabajo de investigación antropológico que permita abordar la realidad desde otras maneras, reconociendo cada vez más nuestras subjetividades.

Bibliografía:
-          González Montes, Soledad. Los oficios de la maternidad una mirada desde la antropología médica. 2003. Desacatos. Número 013. Distrito Federal. 

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