Esta iniciativa surge a partir de la cátedra de Antropología de la Religión impartida en la Universidad de El Salvador. Nace con una preguntas: ¿Qué es la religión y cómo es observada desde las diferentes culturas? Para responder a esta gran pregunta expondremos los múltiples enfoques que existen desde la antropología, los cuales pretenden entender los modos de conocer, explicar e intervenir esta parte del todo social humano.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Estudio de Caso: Violencia Religiosa y Conflicto Político en Chiapas, México.

Con la biblia en la mano: La configuración del campo religioso chiapaneco.

            En Chiapas, se puede ver una tremenda diversidad cultural, ya que es el estado mexicano con mayor cantidad de población indígena. Ahora bien, dentro de esta diversidad cultural, se encuentran las dinámicas de cambio religioso, y principalmente las dinámicas de competencia simbólica. Esto se mira en la disputa por clientes entre: católicos tradicionalistas/católicos de la teología de la liberación/protestantes y milenaristas.

Los católicos tradicionalistas son mayormente caciques ricos, que han acaparado los recursos de la región y se adscriben al partido político PRI. Los católicos de la teología de la liberación están tomando gran influencia en el lugar, y podrían llegar a tener un lugar central del campo político-religioso, debido a su opción por los pobres. Los evangélicos, mantienen un discurso “modernizador”, con el que pretenden erradicar tres problemas que ellos ven en las comunidades indígenas: alcoholismo, brujería y monolingüismo. Además, de luchar contra los amplios gastos de las fiestas tradicionales, esto ha provocado una amplia conversión del grupo y la formación de redes de solidaridad y espacios de cohesión. Y el pentecostalismo, visto como un puente entre la vida rural y urbana, lo que brinda cierto grado de protección a los migrantes indígenas en las ciudades.

Lo interesante en los grupos pentecostales y evangélicos, es que tienen un nivel considerable de conversos debido, en parte, a su apuesta por los testimonios, lo que de alguna manera dan sentido a la conversión. Junto a esto, guardan una gran capacidad de adaptación a las confesiones cristianas en nuevos contextos. Teniendo en cuenta, que cada comunidad reinterpreta de forma selectiva los discursos. Por ejemplo, estos grupos religiosos, no rompen con las prácticas mágico-religiosas tradicionales, como la curación y el espiritismo. Que es considerada como una forma de resistencia y preservación de la identidad étnica ante la globalización. Esto hace que los pastores y caciques conversos refuercen su imagen y se legitimen.

Sin embargo, lo anterior no minimiza la capacidad de cambio y transformación del grupo, es decir, de sus identidades colectivas. Existe la posibilidad que el grupo se radicalice o sea de autoprotección.

Todos los grupos religiosos mencionados, tienen sus propias ofertas para los posibles clientes. Lo interesante es que en Chiapas, los diferentes grupos religiosos no han llevado una lucha sólo simbólica. Es acá donde entra el tema de la competencia simbólica-religiosa de estos grupos, que se ha juntado a la resistencia política, lo que ha desembocado en disidencias, migraciones y expulsiones. Que se ha considerado como medidas de violencia.

En relación a lo anterior, es así como surge un escenario de competencia simbólica (oferta simbólica), que dependerá en gran medida de la movilidad y creatividad de los nuevos grupos religiosos en Chiapas. Esto también ha provocado alianzas estratégicas entre grupos, por ejemplo, los cristianos y los católicos de la teoría de la liberación frente a los católicos costumbristas y sus cuadros de poder tradicional. Sin embargo, esto es percibido como una seria amenaza los católicos costumbristas, dejar la tradición es visto como una amenaza a la existencia de la comunidad, y a su reproducción simbólica, por lo tanto muchos conversos pagan con su expulsión.

            Lo que según el autor da muestra del por qué del éxito protestante, este se encuentra en las desigualdades sociales y económicas de los grupos tradicionalistas pasados. Los protestantes, han traído un discurso diferente; reivindicativo y de resistencia, jugando con los símbolos religiosos. Lo que ha hecho que pasen del campo religioso a lo político, esto también se refleja en El Salvador entre 1975-1980, donde los grupos religiosos del campo, se vuelven unidades de organización en resistencia (Cabarrús: 1983). Según el autor, no se trata de un paso del tradicionalismo al progreso, sino un componente de lucha social. Esta es la clave del por qué es tan intenso el conflicto chiapaneco entre grupos religiosos. Estamos ante relaciones de poder, quienes quieren desestabilizar al sistema, a través de la creación de una conciencia crítica) y quienes quieren mantenerlo (se refugian en las expulsiones); católicos de la liberación con preotestates vrs. Católicos tradicionales.

            Un caso exitoso de conversión se puede ver en la génesis de los zapatistas, quienes han unido las proclamas del pueblo religioso con la política popular, esto es, pastorales liberacionistas, conversiones religiosas y luchas sociales, que han dado paso a nuevas composiciones culturales e identidades en la zona.
           
Bibliografía
·         Rebelión, Conflicto  y religión
VALLERDU, Jaime (s.f) Violencia Religiosa y Conflicto Político en Chiapas México.

  Cabarrús, Carlos. Génesis de una revolución. 1983. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. México. 

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